Otro año más y ya van seis, los pilotos del club Flearflear paramotor han realizado la ruta “Viento en cola“. Una ruta ya consolidada dentro de su calendario y que este año han disfrutado de lo lindo. Han juntado los ingredientes perfectos: Un grupo de amigos, sus paramotores, un anticiclón y unos fantásticos 288 Km de vuelo….
Todos los detalles de la “ruta Viento en cola” nos los cuenta Javier Albizua.
Un año más celebramos la, ya clásica ruta, “Viento en cola”. Esta es la sexta edición, y yo la apodaría la “Perfecta Viento en Cola”.
En esta ocasión decidimos hacerla en enero para aprovechar el anticiclón y poder volar todo el día. Así que pusimos fecha y manos a la obra. Una semana antes, y por un accidente Luis Emilio causa baja en la lista de inscritos, y a última hora Ernesto enferma y tampoco puede venir, con lo que solo quedamos 7 pilotos, de los cuales cinco iban con trike (Rodri, Pako, Victor, Romina y Antonio) y dos íbamos a pie (Muelas y yo mismo). Como apoyo en tierra, conductores, cocineros, mecánicos, fotógrafos, animadores, jefes de pista, etc, estaban Carlos y Juanma.
Con la primera luz, o mejor dicho, la segunda luz, porque no madrugamos mucho para evitar el frío, llegábamos al aeródromo de Santo Tomé. Decidimos salir desde aquí para evitar Somosierra. Debido al anticiclón no teníamos muy claro que dirección tomaría el viento, aunque la previsión era de oeste a partir del mediodía, así que decidimos salir a volar e ir variando la ruta en función del viento, es decir, una viento en cola pura. Para ello Victor eligió muchos waypoints e iríamos seleccionándolos en vuelo para ir todos juntos y no perdernos.
Despegamos sin incidentes y salimos con viento Sur y dirección Burgos, pero no habían transcurrido quince minutos cuando observamos que el viento empezaba a rotar hacia el Oeste, cambiamos la orientación y así otras tantas veces hasta que casi con rumbo Este llegábamos a Soria. En vuelo era sencillo, pero en tierra, Carlos y Juanma se volvían locos intentando seguirnos, no obstante, llegaron al aterrizaje, un campo de aviones de RC, al mismo tiempo que nosotros.
Las condiciones de este tramo fueron increíblemente tranquilas, lo que nos dejó disfrutar del vuelo, alucinar con los paisajes de “San Esteban”, “El Burgo de Osma”, “Calatañazor”, bromear por radio, sacar fotos, etc. Recorrimos unos 140 Kms en 2 horas y 40 minutos y mi GPS recogió una punta de 76 Km/h, siendo yo el piloto más lento.
Una vez en Soria, y tras saludar a los curiosos, nuestros conductores prepararon un picnic digno de la mejor empresa de catering, almorzamos entre comentarios y bromas y aprovechamos para ajustar la carburación de mi motor que estaba pelín fina y limpiar un chiclé del motor de Pako que se había obturado como en mi vida he visto otro. Pero está claro que cuando el día está bueno ni una avería te lo va a chafar, y de esta manera todos los equipos volvieron a su estado de funcionamiento y de nuevo todos al aire. La filosofía era la misma, rumbo a sotavento, de nuevo la estabilidad en vuelo era increíble y pudimos disfrutar de unas vistas del Moncayo espectaculares. Llegando a “Tarazona” el viento roló cogiendo la dirección del Valle del Ebro, el famoso Cierzo. Y nosotros hicimos lo propio, esto, así contado, parece hasta normal, pero al parecer es una zona donde el susodicho Cierzo no te deja volar, pero en esta ruta todo salía bien. El problema era que este rumbo nos metía de cabeza en el TMA de Zaragoza, así que de nuevo cambiamos el rumbo, para desesperación de nuestros conductores que se las veían y deseaban para seguir nuestra caprichosa ruta. El nuevo destino era “Gurrea” pero el Cierzo no nos dejaba avanzar al ritmo deseado, y algunos empezábamos a estar apurados de combustible, y por lo menos en mi caso, por más que miraba insistentemente el depósito aquello no hacía sino bajar. Como a poca altura se iba más rápido nos dimos el inmenso lujo de rasar por los campos de “Tauste” e incluso intentamos salir del valle para pasar hacia “Gurrea”, pero subir era cobrar, y ninguno estaba dispuesto, lo más sensato era ir hacia “Ejea de los Caballeros”, y así lo hicimos llegando a un campo que con buen criterio había elegido Carlos, que, una vez más se anticipaba a nuestra llegada. Tras aterrizar, besos, abrazos, felicitaciones y a recoger que quedaba un trecho hasta casa.
En este segundo tramo estuvimos 3 horas en el aire, recorrimos 148 kms y mi GPS registró la nada despreciable cifra de 87 Km/h.
Como dije al principio la “Perfecta Viento en Cola” todo funcionó a la perfección, radios incluidas, la coordinación entre pilotos y conductores, la infraestructura, la ruta realizada en relación a la dirección del viento, realmente insuperable.
Para terminar el relato, agradecer a Victor el tema de la selección de waypoints. A Pako y Rodri por proporcionar los vehículos y remolques y a Carlos y Juanma por conducirlos y toda la ayuda prestada en tierra. De nuevo a Pako y Victor por orientar la ruta y tomar las decisiones en vuelo, que me consta que no es fácil. A todos mis compañeros de vuelo por aguantarme y ser como sois. A Rodri una vez más por volar a mi velocidad y no dejarme atrás. Y a todos los que nos habéis animado y de una forma u otra habéis hecho posible esta pedazo de ruta.
Cronica de Javier Albizua.
El resultado de la Viento en cola 2015 se lee en sus rostros….
Enlaces a todas la imágenes tomadas en la ruta “Viento en cola“.
Fotos de Javier A.:
Fotos de Romina Sosa:
Fotos de Antonio Iglesias:
Fotos de Victor Tirado:
Más info. en el blog del club Flearflear.