Quedada IN en Bercimuel-Segovia

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Paco Escolar y Fidel (Aerolito) fueron los encargados de organizar la quedada de fin de semana en Bercimuel, Segovia, en la que se concentraron un buen número de pilotos madrileños y vascos principalmente.

Se trataba de una quedada “IN”… ¿Qué es una quedada IN? Según aerolito: Dicese de las quedadas voladoras de motor INformales , INprovisadas….INreverentes …etc…..)


Bueno, pues nuestro compañero Victornillo ha realizado de nuevo una estupenda crónica que os dejamos a continuación:

Castilla, 4,30 pm, sol abrasador, trigo verde, hierba, maleza y llanura. Un camino polvoriento y sobre él un coche que ha cruzado media España avanza con 38 grados en su termómetro, con su olor a gasolina y con su dueño estirando el cuello como un suricato en la sabana. Está deseoso de ver algún signo que huela a vuelo… y de pronto aparece ahí, majestuosa, lo que para él es una de las más bellas obras del ser humano…. Una manga de viento.

Ahí es, – se dice con una sonrisa de satisfacción- he llegado. De pronto un bache del camino le devuelve a la tierra que acababa de abandonar… vaya, el camino está cortado. Se ve que el GPS ha vuelto a hacer de las suyas y le ha llevado por un camino que no es el mejor. De hecho acaba de desaparecer, pero guiado por la manga a modo de estrella de rey mago consigue buscar la forma de acercarse. Junto a la manga una furgoneta solitaria y junto a la furgoneta algo extraño a medio montar. Por un momento pensé que era un tendedero, pero luego me razoné a mi mismo que quién necesitaba una manga de viento para tender la ropa así que seguramente era la máquina viciovoladora de Fidel (Lito para su abuela y alguien más).

Ni rastro de vida humana en el planeta a esas horas. Es la hora de la siesta y todo el que sabe vivir, sabe de sobra que la spanish siesta es el mejor invento español después del autogiro. Y a Fidel, le tengo por un tío que sabe vivir, así que “de puntillas” paso de largo para no hacer mucho ruido y me dirijo hacia dos casitas de madera que se ven más allá, a unos 500 metros, rodeadas de coches. pensando que quizá sean de la quedada. Al acercarme me doy cuenta de que son coches para las prácticas de conducción. De uno sale un hombre que con una sonrisa. Me saluda. Al preguntarle sobre si ha visto algún loco con algún cacharro aparentemente volador me dice que solo a aquel de la furgoneta y sin decirle yo nada me empieza a decir dónde se podria despegar, que estamos en su casa, que si tenemos algun problema se lo digamos, etc, etc. Hospitalidad en estado puro! No sé que le han dado a esta gente del Centro de Perfeccionamiento de Conducción, pero parece que el favor se lo hacemos nosotros a ellos…

Se la agradezco y vuelvo hacia la manga y al aparcar allí está el susodicho Fidel que me recibe como un naúfrago. Inmediatamente me cuenta sus estudios concienzudos sobre el terreno para elegir el mejor despegue. Consideramos varias posibiliadades, le doy mi opinión y decidimos el sitio, que demostró andar algo justo pero más que suficiente y sin problemas ni para poner las velas ni para rodar con los trikes, dos cosas que nos condicionan mucho a los “traperos” y a los “trikeros”. El “tío” se ha molestado en balizar el campo con estacas y cintas, señalizar peligros y limitar la zona de aparcamiento teórico.

Al poco llega otro volador empedernido al que tengo solo conocía de refilón: Jorge (Capi) y entre los tres y Angel, también del Pais Vasco, ya confirmamos el sitio definitivo.

Solo estamos 4 y ya hay 3 modalidades de vuelo: Paramotor a pié, paratrike y minitrike de ala fija. Solo falta que llegue Agustín con su trike biplaza con motor Rotax a meter kilos al asunto, y llegó, y después más pendulares, paratrastos y Enrico con su casi-ornitóptero. Lo más parecido a volar como un pájaro sin mover las alas.

Mientras seguían llegando locos variados, el viento del oeste nos decía que había que esperar. Imposible despegar hasta que el sol bajara, pero ete aquí, que Fidel sin pensárselo demasiado y haciendo gala de las cualidades de su aparato (volador), decide salir. Viento cruzado a 90 grados y algo racheado. Enfila la no-pista y sale tan pancho ante la boca abierta de un servidor que descubre una cualidad desconocida en ese aparatejo. Cuando inventarán una máquina viciovoladora como esa que se monte y desmonte apretando un botón como un descapotable?? Patricio, empieza a pensar!

Fidel nos describe el estado del aire: “Algo movidito”. Traducción de los que estamos abajo: “Ni de coña”. Al fin el sol cae, el viento también y todos los agraciados que pudimos llegar el Viernes salimos en estampida a aprovechar la media hora larga de sol que quedaba. Sin plan de vuelo, sin ruta… solo apetecia volar y husmear por los alrededores. Objetivo cumplido. Cada uno a su bola, pero felices.

El Sábado empezó con una máxima filosófica de la dura vida del volador: “Merece la pena madrugar”. Me despiertan las voces de Román y Capi. Abro la cremallera de la tienda y… Que estampa! Estaba algo perruno, la verdad, pero hay algo más bonito que ver tu trike aparcado al amanecer a un metro de tu tienda, como una perrita fiel esperando que la montes? (aqui hay algo froidiano?). Bueno pues eso, que salgo disparado para preparar todo para salir a volar antes de que estos caga-prisas-con-razón se piren solos… Zafarrancho de combate, que hago primero? Mis necesidades fisiológicas? Algo de salud en higiene? Airear el saco? zampar algún bollo fast food? Mirar la manga? Enpiezo por ésto último y uppss! Está tiesa casi a 90 grados y con mala leche. Calm. Román, Capi, Rafa (pacharan expert) y algunos más tambien están mirando a la manga. Bien vestiditos y preparados para salir. Jeje. Esto me da algo de tiempo, solo falta que me prepare y en cuanto esté preparado baje el viento… y así ocurrió. Quedó una brisilla justa para buenos despegues así que casi nadie falló y en buen grupo salimos hacia Sepúlveda, primer waypoint. Yo algo retrasado no recuerdo por qué detrás de Román a quien perdía de vista incomprensiblemente. Le pregunto la velocidad y… 10 km/h más por ir un poco más bajo así que desciendo a jugar con los árboles y los preciosos cables de media tensión y teléfono que adornan nuestra geografía.

Dejé de ver velas, pero llegué a buen ritmo a Sepúlveda donde me estaban esperando casi todos revoloteando por allí. Esto son amigos!! Hice un par de fotos y ya iba el último otra vez hacia Castilnovo con su castillo novo y Pedraza con su pedra aza… ejem! Bonito bonito. Pedraza tiene un castillo también impecable. Allí hubo división. Los más aburridos se fueron hacia Turégano y Segovia y los más divertidos (mayoría) hacia Sto. Tomé del Puerto (esto es pura envidia, no nos llegaba la autonomía). Así fuimos paralelos a la sierra de Madrid hasta llegar al campo de vuelo deSto. Tomé donde siempre somos bien recibidos por sus amables “habitantes”. La aventura consistía en aterrizar a placer en el campo, charlar un poco sobre física cuántica, filosofía griega o paramotores (no recuerdo bien) y volver a despegar cruzando dedos. Salvo Pedro, que le dió por saludar a una encina, todos despegamos bien y en nada ya estábamos todos de nuevo en el aire rumbo nordeste nada menos que hacia Riaza y Ayllón.

Una vez pasado Riaza con algún bosque de más, un servidor se planteó que a Ayllón iba a llegar muy justo así que decidí pasar del tema y volver al campo. Rafa de Navarra me siguió y llegamos a gusto y sin apuros al campo con 1 litro de gasolina. Los demás tampoco llegaron a Ayllón, creo, pero se dieron el gusto de poder observar el gran embotellamiento que había en el aeropuerto internacional de Corral de Ayllón en el que nos negaron la kedada supongo que para no molestar a una nube de mosquitos trompeteros que revoloteaba en la 036 izquierda y que debieron pagar los 600 euros que nos pedían.

En el campo ya estabn casi todos los que acudieron y no pudieron llegar antes. Aforo completo y ganas de comer por ahí turisteando. Decidimos no complicarnos y comer en Grajera, donde cenamos el Viernes y luego a conocer Maderuelo, las hoces del río Riaza y su embalse que incomprensiblemente no viene en muchos mapas. Gran sorpresa. Pueblo precioso, embalse bañable, árboles frescos y hierba debajo… Spanish siesta obligada y/o baño y/o tertulia y/o turisteo… en fin, no se pudo pedir más.

La tarde se presentaba con viento como la del viernes así que los paramoteros sufrimos viendo como las alas fijas despegaban en condiciones solo aptas para ellos o para machotes de a pié y además amantes de turbulencias. De lo primero de a pié había, de lo segundo no, así que esperamos a que bajara el viento o a que los más intrépidos nos mostraran su depegue. El primero fué Alfonso con su nuevo minitrike que despegó casi en vertical. Luego poco a poco fuimos saliendo los demás con algún que otro apuro. Vi velas tirando hacia atrás a algún trike, roces a la manga de viento, croissants en la carrera de despegue y algo más, pero todos en breve al aire y enteritos.

Ese vuelo a mi particularmente me encantó. La luz, los colores … había algo que lo hacía especial y que se ha visto bien plasmado en algunas fotos. También buena compañía. La idea de casi todos era ir al pantano donde habíamos estado al mediodía y fué un gran acierto. Esa luz y esos colores combinados con el pueblo, el agua y las hoces… una maravilla y una pena que tuvimos que volver pronto porque no nos quedaba luz. La vuelta viento en cola se hizo fácil y rápida dejándonos tiempo para jugar un poco sobre el campo de despegue. Allí nos juntamos con el otro grupo que venía de Ayllón y pudimos jugar y hacer algun touch and go, que por mi parte dejé de intentar para huir de tanta vela y que no se convirtiera en un touch and eat-ground.

Una vez todos eufóricos en tierra empezó la barbacoa comandada por Pedro, ambientada al principio por la dulzaina de Román y disfrutada por todos hasta bien entrada la noche bajo las estrellas. Y como fin de fiesta los pacharanes caseros que nos dieron gasolina para aguantar hasta las 2 de la madrugada a los últimos 4 supervivientes de la noche: Paco, Fidel, Rafa y yo, no sé si los más juerguistas, los más sociables o los más inconscientes sabiendo que había que madrugar mucho al día siguiente.

A mi personalmente me costó dormir, y luego levantarme a tiempo fue un problema…. Me medio despertó el despegue de Gilbert con su pendular antes de amanecer. Rrriauuummm. pero creí que seguía soñando con lo recién vivido, jeje. Al cabo de un rato con el sol asomando sali y ya estaba el suelo lleno de velas… Joer… corre tío! Que te quedas!. Hummm las prisas no son nada buenas en éste negocio Preparé todo, pero mientras calentaba olvidé un detalle: Meter totalmente el tirador de arranque en frío, que quedó en una posición intermedia.

Despegué de los últimos. Pedro ya revoloteaba esperando y Romina intentaba el despegue al parecer con algún problemita de falta de potencia. Se pegó una buena trike-carrera sin éxito, se le acabó Castilla, una pena. Pedro y yo pusimos rumbo a las ruinas romanas de Tiermes a dónde se acercaba el grupo de madrugadores empedernidos. Al cabo de 10 o 15 minutos de vuelo noto que el motor no iba como siempre. No sube de vueltas igual y he perdido las últimas 1000 vueltas. Además la temperatura oscila más de lo normal. Decido volver así que le digo a Pedro: – Majo, te dejo solo, me vuelvo al campo que he perdido mil vueltas y no está el país pa perder nada- 180 grados y pal campo tranquilamente, pero sin pausa. Por la radio, con sana envidia oigo, “Se mueve, no se mueve, vamos pa allá, vamos para acá, sube , baja…” No lo tenían muy claro, pero estaban ALLI. que es dónde había que estar. Al final hicieron una rutaza completa. Yo decidí no volver a despegar una vez descubierta y probada la causa del comportamiento raro de mi motor pues ya estaba bien servido de vuelo y tenía que irme.

Ningún accidente, solo un incidente, que fue la rotura de motor de Luis, pero no de su moral y que estuvo bien dispuesto a ayudar y a disfrutar con los demás desde el suelo. Hizo un buen aterrizaje en un sitio complicado. Espero que te llegue tu nuevo aparato pronto, te lo mereces.

Fotos no tengo porque me dejé las tarjetas de memoria en Madrid y ya estoy en una de las puntas de España currando, así que hasta el Viernes no las podré ni ver, ni compartir. Escogeré solo alguna que salga guapo alguno de vosotros por si la quiere de recuerdo.

Gracias a todos por estar allí, por ser como sois y especialmente a los que curraron y dentro de esos mas especialmente a Fidel (Aerolito) Paco Escolar y Pedro.

Saludos per tutti

Victornillo


Fotos



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