Hace unos días publicamos la entrevista a Benito Sousa y ahora toca entrevistar a Alfonso Redondo, ganador de la carrera Desafío Guadalquivir 400 en modalidad de trike.
Este fantástico piloto al que muchos ya conoceréis, tiene un palmarés envidiable en competición nacional e internacional, pero ahora lo conocemos desde una perspectiva donde la mecánica, la preparación física y sobretodo la psíquica nunca habían tenido un papel tan importante.
Entrevista
Cuando mis obligaciones me lo permiten, monto en bici, pero últimamente me es imposible, todo el tiempo lo he dedicado a preparar el equipo, lleva más tiempo del que parece.
El primer despegue lo fallé porque un cordino se me quedó debajo de la rueda y no lo vi. Despegué a la segunda.
Los momentos más duros fueron cuando a partir de 3 horas de vuelo, después de comer una barrita, junto a que el sistema para mear no funcionó, empezó a revolverme el estómago, marearme, tiritando de frío, y muy mareado, muchas arcadas, y no devolvía nada. Eso fue lo peor. Aquí fue cuando se me pasó por la cabeza aterrizar ya que no podía ni mirar el gps ni el suelo. Lo pasé realmente mal. Hasta que no devolví algo un par de veces no me encontré un poco mejor. Fue una satisfacción, y me animé a seguir.
Que si se tenía que haber suspendido? uff, visto lo visto… todo el mundo es listo, la organización hizo lo mejor que pudo, nadie nos obligó a seguir. La organización tenía vehículo para recogernos, así que si no abandoné no tienen ellos culpa. Es muy difícil saber cómo va a estar el camino. Dijeron que adelante y yo tiré palante, si lo hubiera visto mal no habría despegado y ya está. Si hubiera que esperar condiciones perfectas sería casi imposible realizar un tipo así de ruta.
No tenia equipo de tierra…
Estaba feliz, pero agotado. Cuando llegué a la meta estaba tan bajo que no era casi ni consciente. Sabía que era el primero de mi categoría.
Se lo dedico a Lorenzo de AIRFER por cuidarme todo lo que está en su mano, a DUDEK por confiar en mí, ya que me prestó una vela demo nueva a estrenar sin ser una competición internacional… algo entre colegas, pero ellos me apoyaron y les estoy muy agradecido, Ellos tienen mucha culpa de este premio, porque la plasma, aún teniendo fama de ser un poco delicada, me ha demostrado que tiene una seguridad impresionante. Me ha sorprendido gratamente.
También a mi chica Raquel y mi bebé Iñigo, que han tenido que prescindir mucho de mí y es un poco duro para ellos. Y para Tarry y Pablo, mis dos mecánicos que tanto me han ayudado y siguen ayudándome para conseguir el mejor rendimiento a mi Bailey 200… sin ellos no lo hubiera conseguido.
Ha sido un lujo de prueba, muy dura, que esa visión tiene, pero muy buena la idea.
A mejorar? ufff… hay poco que mejorar: la organización fue un lujo, Arturo de La Veguilla por 35€ nos hinchó a cenar, cama guays, desayuno de lujo y forrito polar. El campo de despegue el Cornicabral estaba super bien.
Entiendo que el esfuerzo de despegar a pié es más complicado, pero sí me gustaría que nos tuvieran un poquito más en cuenta a la hora de los premios, que no hubiera tanta diferencia, pero aunque el año que viene regalasen lo mismo o menos que este año, (que tiene sus ventajas) por mí firmaba ya la inscripción.
Muchas felicidades Alfonso!!